Largo tiempo hace ya desde que Gaeldros dejo sus tierras, su familia y su vida para dedicarse al estudio de las artes demonologicas. Su padre, Binbigenabik IX, era un amante de las artes magicas y un mago con un gran potencial, pero discernia de la idea de su hijo de usar a los sirvientes demoniacos para beneficio de la humanidad, asi como de las cosechas de nabos de la region: padre imagina la cantidad de nabos que cosechariamos con trabajadores incansables... - decia con una sonrisa en la cara, pero su padre siempre se nego.
Una mañana, Gaeldros se levanto mas temprano que de costumbre, poco mas y se hubiera levantado a la misma hora que los piernasgrandes; nisiquiera el sol iluminaba los campos cuando salio por la puerta de su casa con un atrillo atado a la espalda. Sabia que los demonios no tenian por que ser implicitamente malvados siempre y cuando se usaran con fuerza de voluntad suficiente. Viajo por tierras que los de su raza desconocian, hablo con innumerables estudiosos y sabios, no saco ninguna conclusion, pero entonces, llego aquel dia...
Poco recuerda de que ocurrio, pero junto a aquella gran piedra llena de simbolos y grabados tuvo un sueño, y de ese sueño desperto con un acompañante...extraño de viaje, era un pequeño ser de aspecto parecido al de un goblin, era simpatico, a la vez que intrigante, y asi comenzo una larga travesia... ahora, a pesar de no tener un rumbo fijo, ha encontrad una nueva familia, y como no, nuevos acompañantes de viaje.
Quizas este sea el futuro de su vida, pero aun no lo tiene claro, el tiempo dira...